miércoles, 8 de septiembre de 2010

Peor para el sol

Una vez salí de un bar que tenía ese nombre, salía el sol por detrás de los edificios y la ciudad ololia a madrugada con su bruma y sus calles mojadas. Recuerdo como busqué en mi enorme bolso mis gafas de sol, tu me miraste y sonreíste de medio lado mientras yo me ponía las rayban torpemente y después tiraba de tu mano mientras parloteaba sobre ese café que me quería tomar. Mientras esperábamos a que el semáforo se pusiera en verde tu subías las solapas de tu americana gris y te frotabas los brazos intentando darle calor a tu cuerpo, yo no tenía frío y aunque llevaba la americana puesta mi pañuelo colgaba de mi bolso hasta casi rozar el suelo. Mirando hacia atrás volví a ver el bar y fue imposible detener el canturreo 'peor para el sol que se mete a las siete a la cuna mar a roncar mientras un servidor le levanta la falda a la luna' Tu me mirabas sonriendo y meneando la cabeza de un lado a otro. Si los dos sabíamos que estaba destrozando la canción, que estaba borracha y que mi voz se había quedado a las tres de la mañana en algún bar... pero no te importó y me rodeaste los hombros con tu brazo derecho mientras entrabamos en una cafetería y pedías un café sólo, un cortado y una napolitana de chocolate. Nos sentamos en una de las mesas cerca de la cristalera desde la que veíamos a la gente ir a trabajar un viernes por la mañana. Dos azucarillos para mi, tu sin azúcar pero revolvías el café con la cucharilla mientras canturreabas 'en mi casa no hay nada prohibido pero no vayas a enamorarte, con el alba tendrás que marcharte para no volver. Olvidando que me has conocido, que una vez estuviste en mi cama'. Ahora era yo la que te miraba sonriendo y meneando la cabeza, tu lo hacías muy bien aunque fuesen las siete de la mañana...

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