sábado, 26 de marzo de 2011

martes, 22 de marzo de 2011

1999 o como volver a los caballos de cartón

Hasta aquí llegó el ritual de enfados y canibalismo estúpido, ni tu ni yo damos para más y sabemos que esta noche pondremos punto y final a lo nuestro en esta ciudad que ni es la tuya ni la mía pero que nos une inexplicablemente. Era ilógico pensar que no tendríamos un final con aquel principio tan extraño que tuvimos en tu casa… si podemos decir que aquel momento fue el primero, yo creo que nuestro principio surgió la primera vez que cruzamos una mirada… tu arriba y yo abajo.

Desde que nos hemos despertado en tu casa, en la que por la ventana se ve el mar, tengo ese presentimiento de que hoy no nos acostaremos siendo dos, si no uno. Por eso en la distancia te observo y congelo cada instante en mi mente sabiendo que son los últimos. Cuando se apagan las luces nos montamos en aquel taxi después de esperar en la parada helados de frio, y te digo que no tengo ganas de continuar ni de fingir , tú no dices nada mientras garabateo frases sobre el vaho de ventana escondida detrás de una gran bufanda rosa de lana que pica.

Con la calma que te caracteriza me dices que me relaje, tu mirada serena parece aliviada, más de lo que ha estado estos últimos meses, y efectivamente me lo confirmas al decirme que terminar con lo nuestro para ti es quitarte un peso de encima. Mis ojos húmedos ven como mueves las manos, parecen flotar a mil kilómetros de mi y sólo nos separan los pocos centímetros de la parte trasera de aquel taxi, pero tu estás ya en otro mundo, en el que todo ha terminado bien, en el que estás relajado... y yo en el mío quiero seguir y continuar mintiendo, pero no digo nada cuando la puerta del taxi se abre y te bajas, quiero gritar que no quieras bajar, que sigamos hacía el mar y nos metamos en tu habitación azul olvidándonos del mundo que nos rodea y centrarnos en nosotros dos. A cámara lenta veo como te das la vuelta para cerrar la puerta y susurras un ‘que sea cierto el jamás’. Esa frase que tanto ha significado para los dos y que tantas veces hemos dicho y escrito en cualquier parte.

Desde aquella noche helada en aquella ciudad ha pasado una semana, yo sigo en ella pero tu te fuiste al día siguiente a la tuya. Hecha un ovillo en un sofá que no es el mío veo la lluvia golpear en la ventana con la mirada perdida de la misma forma que miraba por la ventanilla de aquel taxi. Me hice pequeñita en esa parte de atrás, el taxista me miraba sin decir nada y yo sólo pude balbucear una dirección, aquella que dejé para irme contigo unos meses atrás.

jueves, 17 de marzo de 2011

adios 24

En media hora es mi cumpleaños y pienso
Pienso en todas las cosas que me imaginaba que sería hace 10 años, con aquellos 15 años en los que te comías el mundo mundial, en los que te daba todo igual y sólo pensabas en tus amigas y el terrible examen que tenías al día siguiente y que no habías tocado un libro. Yo que me veía siendo una súper periodista deportiva que trabajaría a pie de campo... y estoy aquí siendo una profesora en paro y sin perfil 2.
Pienso en aquellas listas que hacíamos tumbadas al sol en aquel parque durante la hora de filosofía 'que hacer antes de los 25' y la verdad no me acuerdo, pero seguro que no he cumplido ninguna de ellas y se han sumado muchas otras que no esperaba poder realizar nunca jamás en la vida y me han llenado de alegría (y satisfacción)
Puedo ponerme cursi y decir... pero no lo haré

Ultimo mis últimos minutos de pre-señora antes de dar el gran salto hacia los temidos 25

martes, 15 de marzo de 2011

mi rutina preferida

Si alguien me preguntara por alguna de mis rutinas no sabría que contestar, por que no soy de esas personas que milimetran sus días, pero podría redireccionar la respuesta hacia otro tipo de rutina nada rutinaria.

Mi rutina preferida sería despertarme cada día en una ciudad diferente, hacer la maleta y no conseguir cerrarla, buscar salas en ciudades desconocidas, ponerse un vestido diferente cada noche, beber hasta que salga el sol...

Este fin de semana ha vuelto mi rutina preferida. Esta vez les tocó el turno a MissCaffeina y a Mild (teloneros del viernes) y repetiría mil veces con ellos. Con ellos y con las personas que me acompañaron, con los que hicieron las canciones de después del bolo, con los que hicieron las de antes, con los que hicieron las que no sonaron, y con los que harán las que sonarán...





Por las rutinas que te hacen sonreír


lunes, 7 de marzo de 2011

imantada

Hace algunos siglos que he empezado a sospechar…

Miro cansada por la ventana y la vista se me va a las nubes que se esconde detrás de la montañas, no se donde estamos, la última vez que abrí los ojos acababa de beberme ese café que pedí en un en un bar de carretera únicamente vestida con una camisa blanca y unas botas marrones. El señor del bar me miraba como si estuviera loca y tu te reías desde el otro lado de las puertas de cristal mientras te fumabas un cigarro. Lo último que recuerdo es dejar el vaso vacío encima de esa mesita de plástico inestable y poner mi cara pegada a la ventanilla para recibir el sol mañanero. Todo era verde y ahora el espectáculo color tierra que veo me indica que hemos dejado el norte muy atrás y mi tripa deduce que será hora de comer, básicamente por el sonido que emite a cada rato.
Muevo la cabeza al son de esa melodía que tocas con la guitarra y que tarareas entre alguna estrofa. Me encanta escuchar tus canciones inacabadas, ver como van cogiendo forma y como evolucionan, decir ‘no, no, no’ o simplemente hablar sobre tu melodía y que tu lo hagas canción. Por que como dices siempre todo es música, al hablar sin quererlo emitimos melodías, el ronroneo del gato del vecino de madrugada también es música por mucho que nos moleste, incluso podemos considerar música cada gesto que hacemos inconscientemente. Y tu eres especialista en captar esas cosas y hacerlas tuyas para que después todos las hagamos nuestras, cosa difícil que no todo el mundo puede alardear de ello, y tu sin embargo simple y llanamente sonríes y dices que es una cosa natural, que sin hacerlo te volverías loco.
No me extrañaría nada verme próximamente en una canción vestida con una camisa blanca y unas botas marrones, corriendo por el parking del área de servicio en busca de ese café, haciendo unas galletas de mantequilla en la cocina de tu casa o sentada viendo la tele en tu sofá con esa gran manta de colores sobre las rodillas.

Te voy a contar este misterio simple y eficaz el roce de mis dedos te ha magnetizado…

jueves, 3 de marzo de 2011

un día en el parque

Estar sentada en un banco oliendo a hierba recién cortada y levantar la cara al sol de febrero para que te la caliente sólo tiene una reacción: cerrar los ojos y respirar intensamente para guardar esa sensación en tu interior.
El parque está muy verde y lleno de margaritas blancas, tengo una reacción incontrolable con ellas, cada vez que vengo por lo menos tengo que coger una y retenerla en la mano hasta que salgo, puede que le quite los pétalos buscando un me quiere que siempre saldrá por que si, suelo hacer trampas con estas cosas. O simplemente la tendré dando vueltas sin sentido entre mis dedos hasta que me canse de ella y la tire en el camino.
Hoy está todo silencioso y me dan unas ganas enormes de tumbarme en la hierba y mirar el cielo azul para mirar las nubes que de vez en cuando lo salpican de blanco. Pero aunque haga calor para llevar puesta la camiseta de los kiss y me sobre la sudadera estamos en febrero y eso siempre garantiza humedad así que mi pelo está revuelto y el flequillo sujeto con un lazo rojo… ese flequillo que si lo dejo suelto me taparía la mitad de la cara. Siempre he sido de esas chicas que buscan ocultar parte de su mirada, pero últimamente me gusta ver el mundo con los dos ojos y lo aparto tanto para ver lo bueno, como lo malo.
Mi perro corretea detrás de unos pájaros que alzan el vuelo cuando se acerca y se posan sobre la hierva unos metro más allá haciendo que el pobre animalito corra otra vez con la intención de cazarlos. Tengo un chihuahua pero el se cree que es un perro de caza grande y rápido. Como yo que muchas veces creo ser cosas que no soy…

Ahora me escondo, te observo y te puedo decir…. Yo mataré monstruos por ti!

jueves, 24 de febrero de 2011

noches reversibles

Para ser abril hacía una noche estupenda cuando salí de aquella habitación desde la que se veía el mar azul y estando sobre la cama entraban los rayos del sol calentando mi cuerpo mientras tarareaba una de tus canciones cambiándole la letra a mi antojo. Pero mientras íbamos hacia tu casa por esas callejuelas oscuras, los dos pegados con miedo a que al separarnos más de un centímetro toda esta noche se desvaneciera, sentía como el frio nocturno se me iba metiendo dentro poco a poco a pesar de las cervezas que me había tomado en aquel bar en el que no había mucha gente.

Tú ibas hablando de cosas transcendentales intercalando esas tonterías que siempre dices para quitarle hierro al asunto, pero la lengua se te trababa todo el rato aunque parecía que no te dabas cuenta de ello y seguías tu discurso dirigiéndote a ese público invisible que creías que estaba frente a ti. Alcé la cabeza un poco para mirarte y sonreí viendo como tu mirada nublada por el alcohol se enfatizaba al son de tus palabras, cerré los ojos para escuchar mejor tu voz por que nunca he sido muy buena en eso de escucharte mientras te miro y menos con esas dos últimas cervezas de más que nos habíamos bebido.

Salí de Madrid escapando del caos que tenía en casa, de cambios de habitaciones, de gente que entraba en esa casa para ocupar el que había sido mi sitio hasta poco tiempo antes y me marché al sol, al mar… y a tu lado. Tu tampoco lo estabas pasando bien, esa era la última oportunidad que podías haber tenido con ella y esa misma tarde firmaste que todo terminaba para siempre. Llevabais un tiempo separados y tu habías dejado tu casa para ocupar un piso pequeño y abarrotado de instrumentos varios en el centro de la ciudad, te habías alejado de todo, y aunque en la segunda cerveza de la noche me dijiste que ya lo sabías y que te daba igual todo, en el fondo los dos sabemos que aquella firma te dolió más que nada en el mundo, pero no lo demostraste y pediste otra ronda más.

Así que los dos teníamos motivos más que suficientes para pasarnos la noche ahogando nuestras penas en alcohol como dos adolescentes que sólo buscan olvidar y no recordar nada, pero ni tu ni yo tenemos quince años y tampoco queríamos olvidar, únicamente sentirnos mejor con nosotros mismos. Y vaya si lo conseguimos, empezamos poniendo verdes a aquellas dos personas con las primeras cervezas, yo seguí llorando por el mientras tu me acariciabas la espalda y me decías que yo era mucho más todo que ella, con la quinta cerveza me perdí en tus ojos cuando decías todas aquellas cosas bonitas sobre mi, y mientras apurábamos el último trago nuestros labios se buscaban torpemente con miedo y embriaguez.

Volví a abrir los ojos cuando noté que tu te parabas y buscabas las llaves de casa en tu bolsillo con la mano libre que te quedaba, abriste el portal y protesté al ver que el ascensor volvía a estar estropeado. Nos costó dios y ayuda subir hasta el último piso, yo no podía aguantarme más las ganas de ir al baño y eso a ti parecía hacerte mucha gracia por que se te iluminaba la cara con aquellas carcajadas que resonaban con el eco del portal.

Muchas veces había pasado por esa misma puerta, de día, de noche, cargada con bolsas, con canciones, incluso más borracha que esa noche, pero nunca había pasado bajo tu puerta con tus brazos rodeándome la cintura y tus labios sobre mi cuello. Sentía una sensación rara y diferente, no sabía si echar a correr o rendirme a ti y al alcohol de una vez por todas.

Por la ventana entra el sol que me ha despertado hace pocos minutos y puedo ver como el cielo fuera es azul, me duele la cabeza y me cuesta ubicarme en un punto concreto del mundo hasta que veo mi vestido de lunares tirado en el suelo y siento el peso de tu brazo rodeando mi cintura. Contengo el aire al girarme, me dan miedo muchas cosas pero sobretodo tu reacción y la mía, miedos que se disipan al ver algo más azul que ese cielo que momentos antes me taladraba el cerebro con su claridad.

- Hola
- Hola
- Lo de anoche
- (suspiro)
- Pasó
- Pasó
- Tenía que pasar
- Si
- Y ha pasado
-
No es reversible la noche de incendio
- No

Cierro los ojos para dormir un poco más y aclarar mis ideas mientras noto como tu me acaricias el pelo y casi puedo escuchar como tus pensamientos se organizan en tu cabeza al son de una melodía que sigues con el pie izquierdo. Seguramente lo nuestro no de para mucho más que una canción bonita.

domingo, 20 de febrero de 2011

Ven a romper mis ventanas

Como salir de tu casa un miércoles con cara de sueño y volver un domingo totalmente feliz

Miércoles:

Tu sales de tu casa a las 8 de la mañana y te acerca tu padre a la estación de autobuses por que vas cargada, siempre exceso de equipaje... Después de casi 6 horas de autobús llegas a Salamanca y Alba te espera en el andén sin sugus. En Salamanca hace un frío horrible y después de dar una vuelta tenemos que refugiarnos en un bar a tomar un colacao caliente por que el fin del mundo había dado con nosotras. Viento, lluvia, frío... eso no se puede soportar

Nocheche de pizza y casi famosos







Jueves:

Dormir hasta tarde, ver la tele, volver a ver la tele, fotos, salidas nocturnas, entrar a un bar y divisar en la tele entre la gente un pez rojo y decir 'ay santi... ay' y si, club de fans de john boy estaba en las pantallas aunque después sonó mientras lo bailábamos con todo el corazón, lo mismísimo que fan de ti con un vestido rojo.






Viernes:
Despertarse pronto y hacer la maleta otra vez, intentar que entre todo de nuevo, cerrarla y volver a abrirla mil veces más por que tienes que sacar cosas. Correr por la estación de Salamanca por que perdemos el bus y llegar a Zamora justo para comer, vaguear un rato y escuchar Love of Lesbian sin parar.
Camisetas de John Boy, vaqueros, botas y bufandas... listas! Llegar a la sala y darte cuenta de que el concierto empieza una hora después de lo que tu pensabas y ver la prueba de sonido 'prolonga la vida de tu lavadora con calgón' mientras te comes una piruleta y rezas por que no te echen fuera al frío, pero claro llega mucha gente y nos mandan al frió ruso de rusia que hace en zamora... guantes, bufanda, chupa de cuero, dar pena y temblar.... No entro en calor hasta casi una hora después, ya posicionadas frente al escenario con las chaquetas en la valla y rodeadas de gente.
Todo empieza con allí donde solíamos gritar, vuelvo a las piruletas en los conciertos en los que no se puede fumar, no la suelto en todo el concierto y la meneo al son de la música. Incendios de nieve con susto previo incluido, por que de ser como en un principio yo me voy a mi casa. Las malas lenguas siendo portada mientras la gente sigue cantando nosotras nos abrazamos como si nos fuese la vida en ello. Tengo que pasar de las primeras filas por que en canciones como domingo astromántico se me queda cara de boba, pero no puedo evitar apoyarme en la vaya y suspirar mientras canto cerrando los ojos y mover las manos sin sentido al aire... pero detrás no aguantas caras raras que dan miedo mientras te ríes, y miradas que hacen crecer mariposas en la barriga, y aunque sea complicado me encanta.
Llega algunas plantas con miedo y mientras la gente se vuelve loca por tocar al Balmes y pasan baterias volando rápidamente sobre nuestras cabezas nosotras bailamos pasando del mundo. El amante guisante es una de las canciones que más me gustan, pero que el señor que canta venga hacia ti y se siente delante de ti en la vaya encima de tus cosas y ver como la gente empieza a manosearle, ver como se tambalea, agarrarle por detrás para que no se caiga, que te empujen.... no es nada azul... temía por su vida más que por la mia, que difícil es ser indie.
John Boy no se puede explicar con palabras, tienes que estar ahí para sentirlo, como 1999 llegando al final del concierto con esa cara de tonta que habías puesto en el minuto 1.












- cuestiones lesbianas, un beso
- el joanra es el mejor
- ven a romper mis ventanas!
- Gracias por pertenecer a mi universo infinito
- un beso lesbiano



Sábado: de cine con primos, de cena con Olga, de tomar sólo una y de volver a casa para ver vídeos 'hola soy el drogas', 'sandalia aquí, sandalia allá'....


Domingo de vuelta a casa.... siempre me matan las despedidas

lunes, 14 de febrero de 2011

La maleta

Esta tarde me he puesto a hacer la maleta pasa Salamora, si me voy el miercoles, si tengo mañana para prepararla, pero todo apunta a que mañana tendré una tarde movidita y no me dará tiempo a volverme loca buscando cosas que mi casa se ha tragado. Por que estoy totalmente convencida de que en mi casa hay un agujero negro que se traga muchas cosas.
No encuentro mis pendientes de mariposa de tous... llevo sin ponermelos casi un mes, pero es que o han volado o el sgujero se lo ha tragado.
No encontraba mic hapa de los Mild, pero al final ha aparecido en una rebeca gris que hacía mucho que no me ponía.
Tampoco encontraba un lazo negro, pero también ha aparecido al fonde del cajón derecho de mi baño... ¿que hacía ahí? pues ni idea por que no es su sitio, pero ahí estaba el colega hecho una bola debajo de miles de ganchitos negros.
Pero a lo que vamos, me desespero haciendo la maleta. Siempre digo 'me tiene que entrar todo en la maleta, no quieor llevar una bolsa a parte'... pero no nos engañemos, nunca lo consigo y ahora mismo tengo en medio de la habitación mi maleta de mickey mouse cerrada llena de cosas y la bolsa de Audrey a la mitad.... y me quedan mil cosas por meter.
Tengo dentro el vestido rojo de señorita de bien que llora por que no ha pisado un misero concierto... tranquilo amiguito próximamente tendrás el placer de rockear. También he metido el vestido negro que me hace parecer una pilingui ochentera y como no las camisetas del rock.
Las camisetas es lo primero que he metido y me he negado a dejarlas arriba por que me ocupan un montón de espacio y quiero llevarmelas todas. Pijama gordo, zapatillas amorosas, bragas como para montar un mercadillo....
Y es que yo tengo un problemón con la ropa interior a la hora de hacer maleta, siempre meto el doble de las que necesito, pero la culpa la tiene mi abuela que me mete el miedo en el cuerpo, desde que era pequeña me ha recalcado lo de 'la muda limpia' mil y una veces.
Mañana tendré que abrirla otra vez mildoscientas veces por que seguro que algo se me ha olvidado, aunque tenga una lista con las cosas tachadas-
Me veo como siempre a las 7 de la mañana sentada encima de mi maleta marrón intentando cerrarla... pero ya lo se, eres fan de mi y de mis excesos de equipaje

lunes, 7 de febrero de 2011

Futuro

Alba: te juro por mi vida que si alguna vez se produce ese concierto voy a donde sea, y tu conmigo
Yo: y con la falda más corta que encontremos





Planeando conciertos inexistentes pero que nos llenarían de alegría a las dos. Haciendo planes que no existen pero que deseamos que existieran. Pensando cosas que algún día pasarán...




miércoles, 2 de febrero de 2011

The algunas cajas experience


Un día cualquiera llegas de clase, nada más entrar enciendes el ordenador y pones la música a tope, estos días todas mis horas musicales están reservadas a Love Of Lesbian, y bailas como una poseída Marlene mientras te quitas la ropa y te pones el pijama que has puesto a calentar en el radiador, eres feliz por que está calentito.... Pero entonces suena el timbre, tu perro se pone a ladrar, es la cartera y te trae una cajita. Tu sonríes como una boba por que sabes lo que hay dentro, pero ella te mira raro, como si estuvieras loca.

La dejas en el cuelo, coges unas tijeras y empiezas a abrirla, poco a poco, saboreando el momento. Es navidad un mes después, y tu estás más contenta y emocionada que ese 25 de diciembre, por que si, ahí está John Boy con sus letras blancas esperando a que te lo pongas encima y le saques a pasear por los parques...


The Algunas Cajas Experience





domingo, 30 de enero de 2011

cuando los caballos de cartón se rompen por que llueve

Rutina, rutina, rutina…
Suena el despertador y lo vuelvo a apagar por tercera vez en la mañana mientras maldigo el volver a madrugar otra vez, me giro y tu ya no estás ahí como estabas últimamente. Me ducho rápidamente y meto los zapatos de tacón en el bolso después de ponerme las botas de agua. Antes de salir miro inconscientemente hacia tu puerta cerrada que me dan ganas de aporrear pero me contengo.
Bajo las escaleras corriendo y sin abrir el paraguas cruzo la calle y me meto en el bar de enfrente, una mínima tregua para un café con dos de azúcar y croasan. Miro por encima el periódico antes de salir corriendo hacia el metro con un cigarro en la mano y rebuscando en el bolso para encontrar el Ipod.
Como todas las mañanas me quedo medio dormida en el metro y abro los ojos en tirso, me quedan tres paradas y empiezo a ponerme el abrigo otra vez, la bufanda y los guantes. Al salir del metro tropiezo con la misma gente con la que tropiezo siempre.
En el portal cambio las botas de agua por los zapatos negros de tacón y subo corriendo las escaleras, si como siempre. Mi jefe me grita como su no me hubiera ido toda la semana anterior, que si llego siempre tarde, que si no se puede seguir así… vamos el pan de cada día.
La mañana y la tarde pasan lentas mientras por las ventanas se ve un Madrid húmedo. Cuando dan las siete vuelvo a ponerme las botas y bajo las escaleras pensativa mientras busco mi paquete de tabaco por los bolsillos de mi abrigo. Alzo la cabeza y te veo ahí en la acera de enfrente con los hombros levantados intentando meter tu cuerpo en la chupa de cuero, no llevas paraguas, nunca lo has llevado, y te resguardas de la lluvia bajo un edificio. Me miras mientras me acerco y al estar cara a cara, antes de que tu pronuncies una palabra de mi boca sale un ‘no voy a volver contigo’. Altivamente sonríes y me pasas el brazo derecho por los hombros, como siempre.
Sé que no vas a pronunciar ninguna palabra hasta que tengamos una cerveza delante cada uno, y entonces tampoco le nombrarás a el. Harás como que no ha pasado nada en el último mes, como si tu no hubieras pasado de mi, como si no me hubiera cambiado de habitación, como si aquella noche no me hubiera emborrachado, como si la última semana no me hubiera ido de Madrid…
Pero si, tu me dejaste, yo me cambié de habitación, aquella noche me emborraché y la última semana la he pasado junto al mar, con sol, sin lluvia, y lo más importante sin ti… ¿y ahora que va a pasar?
Pues lo que pensé que no pasaría, por que sinceramente no va nada con tu personalidad, tu le nombras, yo abro los ojos desmesuradamente y bebo un trago de cerveza buscando una respuesta para esa pregunta que no quiero contestar
- ¿no me vas a responder?
- No se lo que voy a hacer
- ¿Eres consciente de lo que estás haciendo?
- No
- Me lo imaginaba
Y así, sin nada más que añadir cambias de tema mientras las cervezas vuelan entre los dos

lunes, 24 de enero de 2011

amor lesbiano

La noche anterior tendré la maleta cerrada y una bolsa enorme descansará a su lado, pero por la mañana volveré a abrirla y tendré que volver a sentarme encima de ella para poder cerrarla, si siempre llevo exceso de equipaje, pero es así... muchos son fan de mi.
Tendré preparado el Ipod con música para escuchar en las largas horas de viaje. Miraré por la ventana mientras imagino las historias que suenan en mis oídos y sonreiré pensando en verles tocar a pocos metros de mi. Me pondré una película de Audrey y querré ser ella hasta que vuelva a sonar el rock&roll desde ese aparatito rosa y salga el Keith Richards que llevo dentro.
Se me volverá a poner ese nudo en la barriga al llegar a la estación de autobuses, sonreiré al verla a ella que me esperará en el andén (ella siempre ha sido muy pastel). Al llegar a su casa reiremos mientras nos probamos nuestras camisetas lesbicas y suene algunas plantas sin parar, yo abriré la maleta y mi ropa se desperdigará por toda su casa...
Poco antes de salir nos probaremos mil cosas después de plancharla el pelo y con nuestras camisetas lesbicas correremos como fans de john boy que somos por las calles de Zamora con nuestras chupas de cuero sacándole la lengua al frío. Nos posicionaremos en esas primeras filas, dejaremos las cosas a nuestros pies y diremos 'cinco minutos antes de salir me quiero ir a mi casa'
Y así sin pensarlo y casi sin darnos cuenta las luces se apagarán y nosotras sacaremos nuestro amor lesbiano y nuestras caras de tontas para recibirlos con 'allí donde solíamos gritar'. Una servidora dirá mil burradas en su oído pero se comportará como la señorita de bien que es y sólo sonreirá de manera tonta mientras aparta miradas incomodas.
Pasaremos a una euforia colectiva y después pondremos las manos en la barriga para aplacar el revoloteo de esas mariposas que no han hecho más que incordiar desde el minuto cero. patalearemos el suelo algunas veces, otras simplemente nos miraremos y sonreiremos y seguramente prometamos futuros festivales venideros en los que no habrá planchas del pelo pero en las que estarán nuestras camisetas lesbicas
Y así con 1999 o John Boy tomaremos por última vez las uvas en una puerta del sol trasladada a Zamora, con una cuenta atrás que terminará en toda una exaltación húmeda al borde de la histeria...
Después de eso, tu también querrás ser Lesbico/a...

Todos los raros fuimos al concierto

viernes, 21 de enero de 2011

yo mataré mounstruos por ti


- Yo mataré mounstruos por tiiiiiiiiiiiii
- Plagiador
- Es que me vuela la cabeza
- ¿Ya no eres rock&roll?
- Siempre seré rock&roll, pero no tanto como tu
- Es que eso es muy dificil
- oh si señorita pastel

miércoles, 19 de enero de 2011

La noche que quise ser una rock&roll star

Aquella noche salté, bailé y canté como nunca lo había hecho. Me tomé una cerveza tras otra aunque no había heineken y fue la última vez que fumé en un concierto mientras movía el culo al son de la música. Volaban las nubes con formas raras y las piruletas de corazón sin parar, puedes ser pastel en un concierto, pero después...

Las luces se apagan, apuras tu cerveza, hablas, bebes y sales a la calle con la chupa en la mano por que tienes mucho calor y tus mofletes están rojos a rabiar, ya sea por la cerveza o por el calor del momento. Sientes el frío nocturno y dices 'ha llegado la hora de ser una rock&roll star'

Sacas las botas y... marrón y negro!!!

Así si, así soy una rockera de las de antes, de las que mezclan marrón y negro



sábado, 15 de enero de 2011

Más pastel que nunca

Tengo el sabor a mantequilla en los labios y su olor en las manos, mi casa tiene olor a galletas recién hechas y me he quemado el dedo índice de la mano derecha al sacar la bandeja del horno... pero estoy contenta, feliz, saciada y mirando mis galletas con fideos de colores por encima.
Sólo queda un café con dos de azúcar

Si es que siempre he dicho que soy un buen partido...

jueves, 6 de enero de 2011

Seis de enero

Hoy han venido los reyes magos por la mañana y yo he desayunado chocolate con roscón y no me ha tocado nada...
No me han traído lo que yo quería, y eso que les había escrito una carta

Queridos reyes Magos;
vosotros que dais magia a las personas y a los momentos, este año he sido muy buena, me he portado muy bien y no he brindado más de lo necesario. He rockeado menos de lo que me gustaría y más de lo permitido, pero yo quería pediros una cosita
Necesito en este 2011 volver a ver esos conciertos que empiezan en la tercera canción, esos en los que en las dos primeras piensas 'que terminen ya' y cuando termina la segunda agarras del brazo a la persona de tu derecha y la dices al oído 'va va vaaaaaaa'. En esa canción en la que te falta el aliento, esa que te revienta la rodilla al saltar, en la que se te desencaja la mirada y el pelo se te revuelve, esa canción en la que te vas quitando toda la ropa y terminas sudada de arriba abajo.... ese es para mi el inicio del concierto
y quiero volver a vivirlo sin tener que esperar tanto tiempo
no sois managers de ningún grupo de rock, pero podéis hacerlo, sois tres y además lleváis magia
gracias

sábado, 1 de enero de 2011

la primera

Dicen que los escritores tienen el miedo a la hoja en blanco, el tener ideas y no saber como plasmarlas, ver todo blanco y querer llenarlo con palabras que formen la historia más bonita del mundo, la más triste o simplemente la que ellos quieren.

Yo hoy tengo esa misma sensación. Después de llegar a las ocho de la mañana muerta de sueño, con dos resacas encima y vestida de rock en una noche que no toca (yo hago las cosas al revés siempre) me he metido a la cama, me han despertado para comer y hace una horita me he levantado. Y tengo la misma sensación que tienen los escritores, 365 hojas en blanco por delante que me da miedo poder pensar en con que las voy a llenar. Espero que estén llenas de palabras que me hagan temblar por dentro o simplemente de letras del abecedario a las que amo...

Dije adiós al 2010 medio dormida, me tomé las uvas cinco minutos después de levantarme de la cama, me pinté el ojo un poco, me puse una falda de cuero y ron en mano saludé a este nuevo año, le saqué la lengua al que se marchaba diciéndole que era un hijo de puta que me había dado lo mejor del mundo y al final me quitó una de las cosas que más quería

Desde aquí amenazo al 2011... cuidado conmigo yo tomo medicación